Se fabrican más de medio trillón de vasos de café desechables al año. El equivalente a 70 de estos vasos por persona en el mundo. Teniendo en cuenta que la gran mayoría proceden de los países llamados desarrollados el porcentaje resulta aún más doloroso.
Estos vasos no son reciclables. Aún evitando la tapa de plástico que los tapa el daño al planeta está hecho. Ya que aunque puede parecer que es papel (y por tanto reciclable) no es así.
Lleva una capa de poliuretano plástico (apenas un 5%) del vaso que tiene como consecuencia la imposibilidad de su reciclaje.
También hay que tener en cuenta que la industria del papel es altamente contaminante y no muy ecológica por lo que el sentido de usar un vaso con una vida útil de unos 10 minutos no puede tener sentido sea del material que sea. Los recursos consumidos siempre serán superiores a su utilidad por lo que la solución aquí es pasarse a los vasos reutilizables.
El 40% de los arboles talados en el mundo son usados como materia prima por la industria del papel.
Cada 4 vasos de café generan 1 libra de CO2, gas de efecto invernadero que todos conocemos perfectamente.
Siempre intentamos no tirar de datos de manera excesiva ya que estos suelen entrar y salir fácilmente de nuestras cabezas. Son números de los que nos olvidamos o que no nos asustan tanto como deberían.
Pero este nos resulta altamente chocante. Durante el siglo XX hemos pasado de generar 40kg de residuos por persona al año a generar 560kg.
¿Realmente pensamos que podemos seguir con la cultura del usar y tirar y a la vez cuidar del planeta?
La respuesta es clara. No es posible.
Debemos cambiar nuestra manera de relacionarnos con el mundo. Y eso pasa por ser conscientes de como estamos en él y que impacto generamos. También ser conscientes que ese impacto tiene consecuencias. Que estamos comenzando a ver de manera clara y que no nos van a gustar.
Hazte con tu vaso de café reutilizable. ¡Hazte con tu Kaly cup!
Y déjalo claro: ¡NO QUIERO VASOS DE USAR Y TIRAR!
Es lo mínimo que podemos hacer por nuestra casa.